Posmo.




Feliz cambiaría la relación de desahogo que he generado con el teclado por un lapiz, y esta pantalla por una hoja en blanco. Pero aún sigo extrañando de twitter la facilidad de putear y sentir que así las cosas son un poco menos peores. O que la retroalimentación instantánea que allí se produce haga que sea fácil cambiar de tema. Los tiempos de internet, que le llaman. Pero ya no quiero. No quiero que la única razón para apagar el computador sea que tengo que dormir. "la vida requiere movimiento e internet nos estanca, twitter nos estanca" me dijo Ovejuno el otro día. Y tiene razón. E incluso si no tuviera buenas razones para disfrutar la vida, comenzaría a buscarla en otro lado, en otras cosas, en otras compañías.

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