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Mostrando entradas de diciembre 13, 2009

Zuricata

Conozco una Zuricata estructuralista. Sí, habita en la sabana, y es la más observadora de su manada. Constantemente está oteando el horizonte, y pensando que en la vida sólo existen dos especies: las zuricatas y las tortugas. Yo le econtré toda la razón del mundo, y desde ahí sellamos un pacto interestelar de amistad perpetua y descuarizamientos varios. Porque según él, yo también soy una zuricata. Somos de la misma especie. El problema de la Zuricata es que no sabe de dónde sacar su alimento. Su existencia sucede tras los libros, en la comodidad de su hogar C2, pero con piscina. Se pierde, la saban real le queda grande. Es ahí donde su ignorancia y sus pretensiones de ser la Zuricata Mayor quedan en el tintero, en el tintero que está sobre el escritorio en el que siempre se ha protegido. Pero es una Zuricata sabia. Tiene el don de la clarividencia, de la telepatía y se rumorea que el de la teletransportación. Como ese tema de Charly que no conocía antes de conocerme, porque es demasia

Soledad Torrentoza.

La mujer me daba miedo. Me intimidaba, me hacía sentir cierta incomodidad con su rostro anguloso y la rudeza de sus tatuajes. La imaginaba andando por Providencia con el pololo ique yo le había inventado, que era un poco gordo y con barba de Shopper. Por supuesto, en moto. Y por Providencia, porque era cul, se notaba. Nada, nada de eso era verdad. Sólo su gusto por Providencia. Trabajos, texos feministas, un par de películas, incontables borracheras y muchas horas después oscilamos entre un cariño maternal y la crítica descarnada. Nos queremos, porque somos intensas, locas y pocas. Soy otra, hoy. He visto muchas cosas, he sufrido un poco, me he emborrachado harto, he amanecido en camas ajenas, he hecho cosas buenas y malas, a veces me come la nostalgia, pero avanzo. Con el placer de llegar a casa. Soledad Torrentoza, apasionada, intensa. Su vida llena de matices, experiencias locas, mesura y tropiezos. Las coincidencias, a pesar de las diferencias. Santiago es un lugar difícil, pero ll