La bonitización de la Revista Paula
Hace muchos años que leo periódicamente la revista Paula. Incluso antes de darme cuenta de lo mucho que me gusta el periodismo. Y desde que lo estudio, me empezó a gustar más. La libertad con la que hacen reportajes a fondo, de temas no necesariamente contingentes, pero con enfoques que captan a una gran cantidad de público, y por sobre todo, a su público objetivo. Un par de veces me han preguntado por mi "trabajo ideal" y creo que, dentro de todo, sigue siendo la idea más clara que se me viene a la mente para responder esa pregunta.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, he notado sutiles cambios en su línea editorial. Acordes al mercado y a esta ola sin control que toma a la gente linda como el referente universal. Y con ellas, a los objetos caros y exclusivos.
Más allá de la mirada crítica en torno a los prototipos de belleza y consumo, creo que este reportaje es un buen ejemplo del alejamiento de la revista del enfoque democrático e inclusivo que por mucho tiempo la caracterizó. Uno sobre mujeres con "defectos", pretendiendo hacer incapié en los mismos, pero que finalmente no es tal. Juzgue usted mismo.
"Mi raro encanto" Revista Paula
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, he notado sutiles cambios en su línea editorial. Acordes al mercado y a esta ola sin control que toma a la gente linda como el referente universal. Y con ellas, a los objetos caros y exclusivos.
Más allá de la mirada crítica en torno a los prototipos de belleza y consumo, creo que este reportaje es un buen ejemplo del alejamiento de la revista del enfoque democrático e inclusivo que por mucho tiempo la caracterizó. Uno sobre mujeres con "defectos", pretendiendo hacer incapié en los mismos, pero que finalmente no es tal. Juzgue usted mismo.
"Mi raro encanto" Revista Paula
Dejé de admirar hace mucho la revista. La encuentro cada vez más penosa. Los últimos buenos perfiles que leí los recuerdo a manos de la Andrea Lagos. Y en este artículo, sí, totalmente de acuerdo con que la estética de lo diferente que plantean está por completo dentro de la norma. Es como si dijesen -hoy- que Vanessa Paradis es bella "a pesar" de ser diferente. Estee Lauder lo hizo en los 70, cuando hizo debutar a modelos como Lauren Hutton en su publicidad, mientras -en la misma época- Vogue rompía esquemas, estanterías y los lentes de las señoras republicanas al colocar a la pantera negra de la Grace Jones en sus portadas. Si bien esos rostros seguían siendo bellos, lograron cumplir con éxito la meta que buscaban, la de ser un honesto ejercicio de ruptura de paradigmas. Y en un mundo tan riguroso en estas lides como lo es el de la moda. Lo de Paula parece una pauta trasnochada, poco fecunda, desconectada de los sentires y 'pensares' reales de aquellas a las que alguna vez dijeron representar. Una vez, hace varias décadas...
ResponderEliminarSé que te carga, pero a mi me gusta/ba harto también la revista El Sábado. Tenía reportajes novedosos y bien escritos... desde cierto tiempo hasta ahora agarró la misma maña que la Paula de rellenar con reportajes que parecen hechos por encargo de la gente que sale en las sociales.
ResponderEliminarLa esnobización de Paula tiene mucho que ver con que Copesa quiere arrebatarle el segmento ABC1 ("el más apetecido por los avisadores") al Mercurio.
ResponderEliminarMás info aquí:
http://www.lanacion.cl/p4_lanacion/site/artic/20030705/pags/20030705213754.html?0.5?0.5