¿Cómo serías si fueras un gato?
¿Uno de callejón, de ventana, de departamento, tal vez de patio?

Si yo fuera un gatito
sería uno gordito
pero de pelitos
esos esponjosos que se pegan en los abrigos de invierno
y te esperaría en casa
a veces mirando por la ventana
otras durmiendo
algunas veces te extrañaría
extrañaría con amor al recuerdo de tu paz

Otras preferiría que hubieses llegado más tarde
pero siempre terminaría buscándote
para olisquear tu ropa, tus zapatos y tus manos
me pondría debajo de ellas y tú las levantarías para mostrármelas
como siempre lo has hecho
tus manos limpias, suaves, blancas
manos que crean, manos que seducen, manos que aman
que gozan y se encuentran en ese ronroneo suave

de gatos
de los gatos que somos.

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